dimecres, 29 d’agost del 2012

Isla Carabanne III


El tercer día en la isla nos salió lluvioso, así que tuvimos que hacer una mañana de lectura y espacio personal para cada una de nosotras. Un desayuno y comida a su tiempo. Después de comer nos ofrecieron una visita a la Isla de Diogué.
Nuestra sorpresa fue encontrarnos montones de delfines por el camino, una sensación casi inexplicable, los pelos se nos pusieron de punta, casi nos quedamos sin aliento al poder oír el sonido de los animales respirar a tan solo un metro de nosotras, estremecedor!









Diogué vista de lejos es una estampa casi caribeña de cocoteros y playas libres de voracidad inmobiliaria. Pero según se acerca el cayuco – casualmente, el único medio con el que se puede llegar a ella – la imagen cambia. Nos dio la  bienvenida un poblado con enormes parrillas de madera donde se secan al sol toneladas de pescado del que, tradicionalmente, han vivido sus 2.000 habitantes. En el ambiente, un olor un tanto peculiar. Estamos en la desembocadura del río Casamance, a tiro de piedra de la frontera de Senegal con Guinea Bissau y a muchos kilómetros de las dos principales ciudades costeras del país. Aquí se concentran personas de diferentes países, desde gente de Mali, Mauritania, Guinea, Senegal…para pescar y convivir con sus diferencias, pero que la paz les abunda y trabajan juntos sin problemas.












Y entonces Almu pilló el volante!!

A la vuelta, y después de una gran tarde de sensaciones un nuevo atardecer en Carabanne nos esperaba.



Y una noche más a disfrutar del djembé en Carabanne. (El video no se vé muy bien, pero se aprecia la música que es lo importante)

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